El verano es la época del año en la que mayor exposición
solar tiene nuestra piel. Por ello os damos una serie de consejos para el
cuidado de la misma.
Uso de protección solar. Es fundamental que usemos
protectores solares adecuados a nuestro fototipo y repitamos su aplicación
frecuentemente. Usa gafas de sol, sombreros, gorras y ropa adecuada.
No te olvides de proteger cuidadosamente el escote, el cuello
y las manos. Cada año vemos aumentar el número de consultas por los efectos del
fotoenvejecimiento en estas zonas corporales.
No debemos hacer uso de cabinas de rayos UVA, se ha
demostrado su efecto perjudicial en nuestra piel.
Durante esta época del año la deshidratación hace su efecto
por fuera y por dentro, debemos aumentar nuestra ingesta de agua y zumos
naturales, estos últimos son fuente de antioxidantes que ayudarán a prevenir el
desgaste que el sol nos provoca.
Usa cremas hidratantes y regeneradoras para dotar a nuestra
piel de firmeza y un extra de reparación.
Durante esta época no existe contraindicación para realizar
tratamientos antiaging como ácido hialurónico, bótox, etc. Sólo tendremos que
aumentar los cuidados frente al sol los días posteriores.
Si observamos lesiones pigmentarias en nuestra piel debemos
acudir a nuestro médico para valoración de las mismas y en caso de ser
necesario aplicar las terapias necesarias, tales como peelings, IPL, láser, etc.